EL DISCURSO
03.05.2013 21:58
Calsamiglia y Tusón (1999), explican que cuando se habla de discurso, se habla de “una práctica social, de una forma de acción entre las personas” (p.15), la cual llega a formar parte de la interacción general al punto de convertirse en una poderosa herramienta de la misma. De allí que la interpretación del lenguaje que da Beaugrande citado por Franco (2007), es bien apropiada para dar una definición de discurso: “Un sistema integrado con el conocimiento de los hablantes acerca del mundo y de la sociedad, y en tal sentido este sistema debe ser descrito en términos lingüísticos, cognitivos y sociales junto a las condiciones en las cuales lo usan los hablantes. (p. 143).
En este mismo orden de ideas, Van Dijk, según Franco (ob. citada), especifica que el discurso es algo indefinido por lo complejo que llega a ser, puesto que involucra a una cantidad de actores sociales en los roles de hablante, oyente y observador que intervienen en un acto comunicativo que puede ser escrito u oral y que combina, especialmente en la exposición oral, elementos verbales y no verbales como gesto, ademanes, expresiones faciales, etc. De acuerdo a este autor, el discurso tiene tres dimensiones importantes para dar lugar a una definición: La primera tiene que ver con el uso del lenguaje, la segunda tiene que ver con la comunicación de las creencias y la tercera con la interacción de naturaleza social. Esto se puede explicar de la siguiente manera: En un discurso se presenta la persona que usa el lenguaje, la forma cómo lo usa, el por qué y cuándo lo hace. Los seres humanos usan el lenguaje para expresar sus ideas, emociones, sentimientos, creencias y lo hacen en situaciones específicas como una conversación, una exposición, o la lectura de una noticia periodística. Como resultados de esto los individuos interactúan, es por ello que el discurso es interacción social, ya sea escrita u oral.
En lo tocante a los elementos más concretos del discurso, es necesario establecer la unidad o componente básico del mismo, el cual constituye el enunciado, entendido como “el producto completo y tangible de un proceso de enunciación, realizado por un enunciador y un enunciatario (Calsamiglia y Tusón, 1999, p.17).
Ahora bien, el discurso y la oratoria son diferentes, ya que el discurso, de acuerdo a lo expresado con anterioridad, es el razonamiento que se comparte con otras personas, a través de los actos del habla; mientras que la oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia. Sin embargo, la oratoria puede convertir el discurso en una verdadera gema de expresión, motivación, principalmente del uso de la palabra, para un fin determinado.
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